Las piscinas de agua dulce y las de agua salada son dos opciones populares para los propietarios de piscinas. Las piscinas de agua dulce utilizan cloro u otros productos químicos para mantener el agua limpia y desinfectada, mientras que las piscinas de agua salada utilizan sal y un sistema de electrólisis para generar cloro de forma natural.
Las piscinas de agua salada suelen ser más suaves para la piel y los ojos, ya que la concentración de cloro es menor que en las piscinas de agua dulce. Además, el mantenimiento de una piscina de agua salada puede ser más fácil, ya que no es necesario añadir cloro de forma regular.
Por otro lado, las piscinas de agua dulce suelen ser más económicas y fáciles de instalar y mantener. Además, es posible ajustar los niveles de cloro de forma más precisa en las piscinas de agua dulce, lo que puede ser beneficioso para las personas con alergias o sensibilidades.
En última instancia, la elección entre una piscina de agua dulce o de agua salada dependerá de las preferencias personales y del presupuesto disponible. Es importante tener en cuenta los pros y los contras de cada opción antes de tomar una decisión.